lunes, 22 de abril de 2013

Daguestán, la región de los terroristas de la maratón de Boston

Los dos principales sospechosos por el atentado terrorista en la maratón de Boston de la semana pasada procedían de la región rusa de Daguestán, situada en el Cáucaso y que tantos dolores de cabeza le da al gobierno de Rusia. Desde la caída de la URSS se han repetido continuamente los ataques de milicias islámicas.

La región es limítrofe con Chechenia de donde procede un 3% de su población y de la que también era originaria la familia de los terroristas sospechosos de lo ocurrido en Boston. Para comprender la tensión que se vive en esta región tenemos que remontarnos a los años noventa. Después de la caída de la URSS los hombres de la guerra chechenos situaron Daguestán como uno de sus campos de batalla contra el gobierno ruso.



Con el paso de los años los actos terroristas se fueron repitiendo y las muertes de islamistas a manos del gobierno ruso se repite continuamente. El odio hacia el estado fue aumentado y la influencia de corrientes wahabistas en la región encrudeció los enfrentamientos con el ejército. El punto álgido llegó en 1999 cuando un grupo de islamistas declararon la independencia  en una zona que ocupa parte de  Daguestán y de Chechenia.




La lucha con el gobierno ruso ya se transformó en una parte más del día a día de los ciudadanos que veían como morían muchos de sus familiares. Desde entonces la tensión en la zona ha sido continua y el ejército ha desplegado numerosos efectivos para intentar detener la influencia de los terroristas chechenos.

Magomedali Vagabov fue uno de los líderes estos movimientos y al que se le acusó de liderar el atentado en el metro de Moscú en mazo de 2010 donde murieron 39 personas. En agosto de ese mismo año tropas rusas lo asesinaron. Durante 2012 la muerte de un jeque a manos de una de las llamadas "viudas negras", creó aún más problemas.

En este ambiente crecieron los hermanos Tsarnaev. Al igual que otros jóvenes de su edad su idea era escapar de la región a países como Estados Unidos o a Europa con la idea de formarse un futuro mucho más optimista que el que tendría en su tierra si se quedaran a vivir.

Éste caldo de cultivo de enfrentamientos entre diferentes facciones islámicas, por un lado los wahabistas y por el otro los islamistas sufís que son la mayoría, aderezado con la actitud del ejército ruso contra la población ha creado un caldo de cultivo para el resentimiento y el extermismo. Un coctel peligroso que no se soluciona a bases de más armas.

Fuente fotografía: www.generaccion.com

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